Cristiano Ronaldo: ese gran desconocido.

Unos lo odian, otros lo adoran, pero una cosa está clara, el jugador luso no deja a nadie indiferente. Ya se sabe que del amor al odio hay un paso y viceversa, y mi caso no fue una excepción. Años atrás llegué a odiar a este muchacho con todo mi ser, lo veía hortera, chulesco, ignorante, engreído e inexperto. Pero, de un tiempo a esta parte mi visión del portugués ha cambiado por completo. Sigo viéndolo hortera e ignorante, pero me he dado cuenta que no es la vanidad uno de sus defectos.


Como bien sabe mi compañera de piso y ahora de blog P., soy de fácil convencimiento, se me gana con guiños de espontaneidad y tengo una extraña capacidad para que me hagan gracia cosas que al resto de la humanidad le pasan desapercibidas. Por eso puedo establecer un antes y un después, mi cariño por CR9 comenzó el día en que tras un encuentro liguero contra el Villarreal, el periodista de turno preguntó al jugador si se veía luchándole el pichichi al blaugrana Leo Messi, y este ni corto ni perezoso contestó: "no, Ni pichichi, ni pachocho", con su gracejo portugués.



He de admitir que al principio dije, "¿pero este es tonto?", sin embargo a los pocos segundos me pareció una respuesta brillante, algo que a nadie se le había ocurrido, que escapaba a los tópicos que todo futbolista aprende nada más aterrizar.

Por si fuera poco, algunas semanas después descubrimos un vídeo en que Cristiano conducía uno de sus muchos deportivos mientras cantaba con sentimiento un tema de Luis Fonsi llamado "Nada es para siempre", del que fuera bromas, P. y yo nos hicimos fans, y se ha convertido en el más sonado del piso.




A partir de este momento, Cristiano se hace un hueco en nuestro corazón, incluido el de P., culé de pro, blaugrana de corazón. Y atención a esta anécdota que les voy a relatar, salíamos de la Madridtienda en el Bernabeu, y en esto que salta la alarma antirrobos. El segurata se acerca a registrarnos los bolsos, y P. sin pelos en la lengua le espeta al madridsegurata que en realidad lo que pita es su alma. Si aún así, P., semejante ejemplo de barcelonismo es capaz de querer a este buen hombre, símbolo de madridismo, todos podemos.

Hay mucho que contar de este chico, pues yo me he dedicado a ver reportajes y documentales de su vida en Manchester durante horas, y puedo atestiguar, que no es más que un chico de origen humilde, que de la noche a la mañana se ha visto elevado a las cumbres de la fama y la riqueza.

Por eso ante la polémica, estos días latente, sobre si Queiroz se pone farruco o no llevándose a CR lesionado con la selección lusa, mi opinión es clara, dejen ir a Cristiano con Portugal, que debido a nuestros orígenes tenemos muchos lazos con el este pueblo, y muy pocos con el Madridista. A los madridistas decirles, que se imaginen que pasaría si la NBA no dejase venir a Gasol a jugar con España, ustedes que tanto apoyan a la tierra patria. Y todo lo verán más claro.

En resumen, que un chico al que su madre le llamó Ronaldo porque le gustaba Ronald Reagan no puede tener maldad.